El factor precio es el motivo más mencionado por los internautas españoles.
Cuando el concepto de la "sharing economy" (también conocida como economía compartida o colaborativa) comenzó a gestarse, sus ideólogos pensaron sobre todo en comunidades que compartirían recursos para limitar los impactos negativos sobre el medio ambiente. En la práctica, bajo el paraguas de este fenómeno global operan compañías multinacionales valoradas en miles de millones de dólares que se han convertido en nuevos gigantes intermediarios, así como una miríada de particulares, muchas veces practicando la economía sumergida. Y sólo un 4% de los usuarios que reserva una habitación a través de plataformas como Airbnb o HomeAway lo hace pensando en el medio ambiente. En un 66% de los casos, el motivo para usar estas plataformas está muy claro: obtener un precio más bajo.
La macroencuesta entre hogares españoles realizada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) correspondiente al período abril-junio de 2016, ha incluido por primera vez los resultados correspondientes a una serie de preguntas sobre el uso de las plataformas de economía colaborativa en España.
De acuerdo con dicha encuesta, "las plataformas colaborativas más empleadas son las de compra o alquiler de productos de segunda mano: casi un 27% de los internautas las usan al menos una vez al año, seguidas del alojamiento en casa de otro particular, con un 9,7% de uso, y de aquellas plataformas que facilitan compartir trayectos en automóvil entre ciudades, con un 6,4% de uso , según informa la CNMC.
Motivos de compra y satisfacción
Para la mayoría de los usuarios, el motivo más mencionado para usar las webs y apps vinculadas a la economía colaborativa fue la obtención de un precio más ventajoso, con porcentajes que oscilaron entre el 50% y el 70%.
Respecto a los niveles de satisfacción, el 46% de los usuarios de las plataformas de alojamiento y de los servicios de transporte en vehículos particulares entre ciudades se declara "satisfecho" a secas.
Una reciente consulta de la CNMC se mostró partidaria del desarrollo del alojamiento turístico en viviendas particulares aligerando las obligaciones regulatorias que estos operadores deberían cumplir en comparación con las de los operadores tradicionales.