El mundo está avanzando hacia la consecución del Objetivo 7 con indicios alentadores de que la energía se está volviendo más sostenible y ampliamente disponible. El acceso a la electricidad en los países más pobres ha comenzado a acelerarse, la eficiencia energética continúa mejorando y la energía renovable está logrando resultados excelentes en el sector eléctrico.
A pesar de ello, es necesario prestar una mayor atención a las mejoras para el acceso a combustibles de cocina limpios y seguros, y a tecnologías para 3000 millones de personas, para expandir el uso de la energía renovable más allá del sector eléctrico e incrementar la electrificación en el África subsahariana.
El informe de progreso en materia de energía proporciona un registro mundial del progreso relativo al acceso a la energía, la eficiencia energética y la energía renovable. Evalúa el progreso conseguido por cada país en estos tres pilares y ofrece una panorámica del camino que nos queda por recorrer para conseguir las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030.
Respuesta al COVID-19
La falta de acceso a la energía puede obstaculizar los esfuerzos por contener la COVID-19 en muchas partes del mundo. Los servicios energéticos son clave para prevenir las enfermedades y luchar contra la pandemia; desde proporcionar suministro eléctrico a los establecimientos sanitarios y agua limpia para una higiene esencial, hasta permitir las comunicaciones y los servicios de TI que conectan a las personas manteniendo el distanciamiento social.
789 millones de personas (principalmente en el África subsahariana) viven sin acceso a la electricidad, y cientos de millones de personas más solo tienen acceso a una electricidad muy limitada o poco fiable. Se estima que solo el 28 % de los centros de salud tiene acceso a una electricidad fiable en el África subsahariana, a pesar de que la energía es crucial para que las personas sigan conectadas en sus hogares y para que funcionen los equipos vitales en los hospitales.
Si los hospitales y las comunidades locales no tienen acceso a la energía, se podría magnificar la catástrofe humana y se podría reducir significativamente la velocidad de recuperación mundial.
La Representante Especial del Secretario General de Naciones Unidas sobre Energía Sostenible para Todos explicó por qué el acceso a la energía es importante durante la emergencia de la COVID-19 y señaló tres maneras de responder a dicha emergencia:
Priorizar que las soluciones energéticas suministren energía a los centros de salud y a los equipos de respuesta inicial.
Mantener a los consumidores vulnerables conectados.
Aumentar la producción de energía fiable, ininterrumpida y suficiente como preparación para una recuperación económica más sostenible.
Obtenga más información sobre el papel de la energía en la respuesta a la COVID-19.
Una de cada cinco personas todavía no tiene acceso a la electricidad moderna.
Tres mil millones de personas dependen de la biomasa tradicional, como la madera y los residuos de plantas animales, para cocinar y para la calefacción.
La energía es el principal contribuyente al cambio climático y representa el 60% del total de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial.
Reducir las emisiones de carbono de la energía es un objetivo a largo plazo relacionado con el clima.
Datos destacables
El 13% de la población mundial aún no tiene acceso a servicios modernos de electricidad.
3000 millones de personas dependen de la madera, el carbón, el carbón vegetal o los desechos de origen animal para cocinar y calentar la comida.
La energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 60% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
La contaminación del aire en locales cerrados debido al uso de combustibles para la energía doméstica causó 4,3 millones de muertes en 2012, 6 de cada 10 de estas fueron mujeres y niñas.
En 2015, el 17,5% del consumo final de energía fue de energías renovables.
Metas del Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna para 2030
De aquí a 2030, garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos
De aquí a 2030, aumentar considerablemente la proporción de energía renovable en el conjunto de fuentes energéticas
De aquí a 2030, duplicar la tasa mundial de mejora de la eficiencia energética
De aquí a 2030, aumentar la cooperación internacional para facilitar el acceso a la investigación y la tecnología relativas a la energía limpia, incluidas las fuentes renovables, la eficiencia energética y las tecnologías avanzadas y menos contaminantes de combustibles fósiles, y promover la inversión en infraestructura energética y tecnologías limpias
De aquí a 2030, ampliar la infraestructura y mejorar la tecnología para prestar servicios energéticos modernos y sostenibles para todos en los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países en desarrollo sin litoral, en consonancia con sus respectivos programas de apoyo