El director ejecutivo de la Organización Mundial del Turismo ha destacado la importancia que las experiencias han tomado para los profesionales del turismo, asegurando que dar un mal servicio "deja a uno completamente fuera del mercado”
El turismo está en plena forma, todos los récords de desplazamientos e ingresos se están batiendo. Genera en torno a 1,5 billones de dólares en exportaciones, representa el 10% del PIB mundial, supone uno de cada once empleos en el mundo. Además, representa aproximadamente el 6% de todo el comercio internacional y es aún más destacable su aportación en el comercio del sector servicios, acaparando el 30% del mismo.
Sin embargo, nunca faltan los retos. Así lo expresó Carlos Vogeler, director ejecutivo para la Organización Mundial del Turismo (OMT), durante su participación en la Feria Internacional del Atlántico de Las Palmas de Gran Canaria: “Tenemos que trabajar en viajes más seguros y fluidos, mediante visados y conectividad aérea; destacar el potencial de la tecnología y la innovación para el turismo; y potenciar el turismo como herramienta para el desarrollo”.
Durante su intervención, en la que analizó las tendencias del turismo mundial, señaló los principales retos futuros del sector: la volatilidad de los precios del petróleo, las fluctuaciones de los cambios en las monedas, las limitaciones al crédito (ya que el desarrollo del turismo requiere de créditos a tipos de interés asumibles), la crisis mundial del empleo y la implantación de nuevas tasas turísticas de forma poco sensata. El crecimiento de la población, su concentración en núcleos urbanos y su envejecimiento también están marcando las hojas de ruta de la OMT en el desarrollo de sus directrices.
Menos llegadas, más calidad
Según los datos de la OMT, Europa lidera sin duda el número de desplazamientos internacionales acaparando el 51% de las llegadas internacionales. Sin embargo, estas cifras contrastan con los ingresos generados por las mismas, que sólo representan el 36% de los ingresos mundiales totales. En este punto, Carlos Vogeler destacó que estas cifras indican que el gasto medio por turista en el ‘Viejo Continente’ es muy bajo, especialmente, si se compara con la región de Asia-Pacífico donde con menos llegadas (24%) alcanzan un nivel similar de ingresos (33%).
Por ello, hizo hincapié en que “no nos obsesionemos excesivamente en crecer en número de llegadas, lo que necesitamos es ser lo suficientemente creativos e innovadores en desarrollo de producto para que esas llegadas generen mayores ingresos”.
De hecho, según Vogeler, apostar por el desarrollo del producto influye en la duración de las estancias y en el gasto que los turistas realizan durante las mismas.
El ponente hizo hincapié en el aumento en la exigencia de unos clientes cada vez más informados y el papel destacado que han tomado las experiencias: “Los servicios se dan por hecho, es más un buen servicio ya no es una ventaja competitiva, porque darlo malo le deja a uno completamente fuera del mercado”. A lo que añadió que se debe dar un paso más allá.
Crecimiento imparable
El crecimiento del sector turístico se mide en dos grandes indicadores: el número de llegadas internacionales y los ingresos económicos generados por las mismas; y ambos muestran una tendencia ascendente.
Vogeler identifica la principal fortaleza de la industria de viajes: “El turismo es una actividad resistente a las situaciones de crisis”. Ello queda patente en el crecimiento constante que ha mostrado durante los últimos 6-7 años: “El sector ha partido de una línea descendente como consecuencia del impacto de la crisis financiera internacional entre 2008 y 2009. Posteriormente, esta línea no ha dejado de crecer.”
Como señaló el experto durante su intervención, la mejor forma de apreciar esta tendencia positiva es considerar que en 1950 sólo 25 millones de personas “cruzaban las fronteras internacionales”, mientras que el año pasado se cerró con casi 1.200 millones de llegadas internacionales. Lo que define como “un salto cuantitativo espectacular” del que pocos sectores productivos pueden presumir.
En cuanto a las previsiones de la OMT para 2020-2030, Vogeler adelantó que se alcanzarán los 1.800 millones de desplazamientos internacionales, suponiendo una media de crecimiento anual del 3,3%.
El enemigo que crece
El turismo representa “para los países menos desarrollados una magnífica oportunidad de exportación”. Este es el caso de África, donde de los 50 millones de llegadas internacionales actuales, se espera alcanzar los 134 millones entre 2020 y 2030.
Pese a que las cuotas africanas no tienen un gran peso en el mercado turístico mundial (acapara el 5% de las llegadas y el 3% de los ingresos generados), es necesario prestar atención al gran crecimiento que está experimentando la subregión de África Subsahariana durante los tres primeros trimestres de 2016. Un período en el que ha sido la región que más crece con un 12%, aunque como señala el propio representante de la OMT, “parte de unas bases muy bajas, por lo que tiene más impacto un crecimiento del 3% en Europa que tiene una base más amplia”.
Esta situación contrasta con la de los países del norte de África, especialmente Túnez, que están sufriendo de manera directa las consecuencias de los problemas de seguridad que están afectando al turismo.
Por su parte, los crecimientos que se están registrando en América, dividida en cuatro subregiones (América del Norte, Caribe, América Central y América del Sur) están por encima de la media mundial con un aumento anual medio del 5%. En este caso, Norteamérica y El Caribe, con mercados más maduros crecerán menos, mientras que Sudamérica y América Central crecerán más.
En este caso ha querido poner el foco en Caribe cuya economía depende especialmente del turismo: “Caribe tiene ante sí un reto importante de mejorar sus previsiones de crecimiento”, ha desvelado Carlos Vogeler.
Flujos intraregionales
“China en un período muy corto de tiempo se ha convertido en el primer emisor internacional de turismo”, algo que no debería sorprender según afirma Vogeler. Así se impone a otros países más habituales como Estados Unidos, Alemania o Reino Unido. No obstante, pese a liderar en número de desplazamientos, la mayoría de los viajes de los ciudadanos chinos se producen en su misma región.
En este aspecto, el experto destacó que el 80% de los flujos internacionales son intraregionales, es decir, “que los europeos viajan dentro de Europa, asiáticos haciendo lo propio en Asia y la misma situación se da en América”. Aunque destacó que actualmente existen dos excepciones: África y Oriente Medio, donde este tipo de flujos están en torno al 50-60%.